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El patrimonio culinario de Iberoamérica, a concurso

 

El patrimonio culinario de Iberoamérica es el eje sobre el que gira el concurso convocado por el Convenio Andrés Bello para premiar los mejores trabajos académicos de la región sobre el tema.
Se trata de la séptima edición del premio «Somos Patrimonio. Sabores de nuestro saber». En esta ocasión está dedicada a la gastronomía iberoamericana, «ese espacio cultural único» en el que la cocina «refleja el encuentro de dos mundos, una rica fusión de ingredientes del trópico con las zonas templadas de nuestro continente y la amplia diversidad de las cocinas» de países «geográficamente diversos, ricos en montañas, valles, selvas, playas y desiertos» cuyas «manifestaciones culinarias específicas producto de sistemas sociales y étnicos diversos, nos convierten en una región con un gran activo cultural».
El concurso se realizará en tres categorías: investigaciones, documentación de experiencias y reconocimiento a tesis de maestría y doctorado, a las cuales podrán presentarse hasta el próximo 31 de octubre comunidades, entidades públicas y privadas, investigadores y expertos en patrimonio material e inmaterial. «Reconocer dicha riqueza es un acto de la memoria que asumen la Organización del Convenio Andrés Bello y el Ministerio de Cultura de Colombia como reto para poner de presente que en este lado del mundo las prácticas culinarias representan la manera de ser, vivir y percibir el mundo de manera única y particular», apuntan los promotores de la iniciativa.
De este modo, esta VIII convocatoria pretende involucrar a todos aquellos que trabajen para « salvaguardar el patrimonio», para que «desde el terreno de la investigación se reconozcan, promuevan e incentiven» todas aquellas experiencias «de análisis» que consideren «las cocinas tradicionales como ese saber antiguo que permite entender las prácticas tradicionales de transformación, salvaguardia, manejo y consumo de alimentos, expresión y reflejo de nuestra identidad, es decir de lo que somos, proyectamos y comemos».
Con todo ello lo que se pretende es «reconocer experiencias y estudios sobre las culturas alimentarias», tal y como apuntan los promotores en las bases del certamen.
Este concurso tiene a México como invitado de honor «como reconocimiento especial» a la «valoración que este país otorga a la apropiación social del patrimonio cultural culinario» como parte «esencial de la identidad nacional». Una invitación que hacen «teniendo en cuenta el rol de las instituciones mexicanas en la preservación del patrimonio cultural culinario» y la «inscripción de la Cocina Tradicional Mexicana en la lista representativa del Patrimonio Cultural de la Humanidad de la UNESCO, durante el año 2010».
El Convenio Andrés Bello es una organización internacional de carácter intergubernamental formada por: Bolivia, Colombia, Cuba, Chile, Ecuador, España, Panamá, Paraguay, Perú, México, República Dominicana y Venezuela.

21 Agosto Del 2013, 13:07

Podemos observar como las propuestas de investigación y trabajo de campo por parte de investigadores y organizaciones, ha conllevado a interpretar a la cocina como un motor de desarrollo y como parte fundamental de nuestra herencia, la cual surge del Mestizaje entre España y América (sin olvidar la muy importante herencia africana). Una muestra que, así como el lenguaje, la cocina es una expresión común entre los pueblos de América. Expresión común que abarca una gran diversidad, producto de la geografía tan variada en el continente.

Este concurso a su vez nos muestra la importancia que tiene el rescate de las cocinas tradicionales, como ya lo dice su nombre de todo aquello que forma parte de nuestro patrimonio cultural. Siendo así, la cocina ha sido entendida como parte de la cultura, y la cual es un aspecto fundamental para conocer nuestra identidad.

Jorge Luis Vásquez Urbina.

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