sábado

Gastronomia de Santander


El día de hoy quiero compartir con ustedes algunas anécdotas de uno de mis últimos viajes al Departamento de Santander, quiero compartir con ustedes la experiencia de recorrer algunos municipios, deleitar su gastronomía y conocer la calidad humana de sus habitantes.


ANÉCDOTA DE UN RECORRIDO POR SANTANDER

En  días pasados de semana santa tuve la oportunidad de viajar al departamento de Santander, aquel lugar que llena mi mente de lindos recuerdos, hermosos paisajes, de sabores incomparables que solo se pueden deleitar en aquel lugar llamado Santander.
De camino a Bucaramanga también nombrada la ciudad bonita o capital de Santander, tuve la oportunidad de viajar por tierra, de observar el verde de las montañas, el azul del cielo cada vez más cerca al subir por las montañas del cañón del Chicamocha, el color de los ríos bañados por el dorado de sus arenas  y sobre todo tuve la oportunidad de deleitar el sabor incomparable de su gastronomía municipio a municipio. Iniciando mi recorrido y después de haber salido de Boyacá llegue al municipio de Barbosa donde se une la vía que va por Chiquinquirá o por Tunja, de todos modos y por cualquier camino al llegar a este lugar su gente, sus calles y ese calorcito del ambiente hacen que los  turistas y toda persona que pasa por ese lugar de una u otra manera sepan que están en el departamento de Santander.
 A media hora de Barbosa  me encontré con el municipio Vélez donde ver por la venta del auto que a cada 100 mts de distancia hay un puesto de bocadillos ubicado a la orilla de la carretera es algo único; además de  ver la gran variedad de colores, olores, sabores y texturas que pueden salir bajo la misma denominación de bocadillo. Algo muy curioso que encontré fue un bocadillo de guayaba, mora y feijoa en un mismo producto, cada sabor se diferenciaba por un color pero al final los 3 hacían parte de un mismo producto, eso fue algo a lo que llame “dulce asociado veleño”. A unos cuantos kms se encuentra el municipio de santana el cual hace parte del departamento de Boyacá pero en mi opinión personal pienso que “santana es más de allá que de acá” de igual manera llegando a este lugar es imposible no deleitarse con el olor a caña de azúcar que invade el municipio, es imposible pasar por santana y no comprar panela, dulces de miel de abejas y colombinas de panela expuestas en los puntos de venta ubicados a la orilla de la carretera los cuales son el sustento económico de algunas familias que tienen sus viviendas en la orilla de esta misma.
Algunos minutos más tarde arribe al municipio de Oiba donde hace algunos años me reunía con mi familia en torno a una fogata junto a la cual compartíamos historias, anécdotas y chistes con el sabor exquisito de unos masmelos derretidos en leña; siguiendo mi recorrido hacia Bucaramanga pase por municipios como socorro donde pensé que vendían el mejor cabrito asado de la región pero un par de horas después en el municipio de Aratoca supe cuan equivocada estaba. Antes de llegar a Aratoca tuve que pasar cerca a municipios como Pinchote, Barichara, san gil y Valle de san José donde venden los chorizos más conocidos y populares de la región, por lo que pude averiguar los chorizos de doña Eustaquia pertenecen a una tradición familiar, la cual empezó por la abuela de la señora Eustaquia de forma muy artesanal sin saberse que con el paso del tiempo llegarían a ser el plato principal de uno de los restaurantes más visitados por los turistas de la región, los chorizos de doña Eustaquia son embutidos en tripa de origen natural, son secados en corrientes de aire natural y posteriormente son cocidos y acompañados por una salsa de achiote, panela y demás condimentos que le dan el toque secreto a esta preparación.
Llegando al final del recorrido llegue al municipio de Aratoca el cual queda en la parte más alta del cañón del Chicamocha y donde venden las únicas rosquetas de dulce y pan cocido en horno de barro, además de vender el mejor cabrito asado de la región. Después de pasar por el indescriptible paisaje del cañón del Chicamocha y de sus no tan deseables curvas de la carretera se llega a lo más cerca del rio Chicamocha donde la gente acostumbra a hacer paseo de olla y bañarse algún fin de semana al año o por lo menos alguna vez en la vida.

Finalmente se pasa por el municipio de curos el cual tiene acceso a la popular mesa de los santos pero como no iba para allá seguí derecho y llegue a Piedecuesta y Floridablanca donde el 80% de la actividad económica se centra en el comercio de dulces y obleas. Así fue mi recorrido hacia la capital del departamento de Santander en donde por primera vez pude apreciar, sentir y de alguna forma conocer los municipios que hacen parte de aquel lugar que me llega de orgullo y emoción. 

Stefany Melgarejo.

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