“La
quinua no es un cereal, su apariencia física y su contenido de almidón es muy
similar a un cereal, pero se cataloga como un falso cereal o pseudocereal, por
su composición taxonómica se establece en la familia de las amarantáceas y
no de las gramíneas.
Una
de las razones por las que la FAO le dio importancia mundial a la quinua es por
su amplio
contenido nutricional, no solo por la proteína que
posee -que apenas llega al 13%, que es más o menos lo que aporta un huevo-
sino porque contiene
los 21 aminoácidos que el ser humano debe consumir y están los
10 esenciales, que el cuerpo no produce pero son fundamentales ingerir.” (Moreno, 2013)
Hoy
en día nuestra gastronomía nacional se ve fuertemente influenciada por otras
culturas. No solo lo que otras personas quieran que comamos sino que sembremos.
La quinua es un ejemplo bueno de como todo esta presión lleva a los
monocultivos pero acaba la desnutrición y ayuda a las familias.
Lo
que el congreso de Popayán sostuvo para defender la quinua resulta demasiado
llamativo, desde un punto de vista familiar. Que tengo que decir, es muy importante.
La quinua contiene los 21 aminoácidos que el cuerpo humano debe consumir,
dentro de los cuales están los 10 esenciales. Y gracias a sus grandes aportes
nutricionales puede sustituir muchas cosas en las dietas básicas. Sirve como
sustituto de la leche materna, ayuda las mujeres con cáncer de seno, niños con problema de peso, he incluso
funciona como proteína, sustituyendo al huevo.
Con
la idea que no comulgo es que el querer propagar su consumo y promocionar su
consumo nos lleve a una serie de monocultivos, de los cuales nos podamos
arrepentir más adelante.
Hasta
qué punto es bueno sacrificar nuestro campo, después del fuerte golpe que tuvo
en pasados días, para sembrar un producto nutricionalmente valioso que solo da
una cosecha por año y que exige una oxigenación del terreno?
No
lo se, y no soy quien para juzgar lo que las familias campesinas hagan o
quieran hacer con sus campos, pero lo que sí creo es que el próximo para
nacional puede destruir y desequilibrar muchas más coas de las que el anterior
logro. Y como el dinero es lo único que nos interesa, nos financian la primera
cosecha y después nos quedamos engrampados con un monocultivo que exprime la
tierra y es exigente, pero que ayuda a combatir el hambre.
Por Andres Felipe Tobon Fajardo
Por Andres Felipe Tobon Fajardo
Bibliografía
Moreno, K. (05 de Agosto de 2013). El Espectador.
Recuperado el 16 de Septiembre de 2013, de
http://www.elespectador.com/vivir/gastronomia/popayan-quiere-poner-de-moda-quinua-articulo-438069
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